Su pico largo y puntiagudo se curva apuntando contra su pecho. Sus alas están envejecidas y pesadas, y sus plumas gruesas. Volar se hace ya muy difícil. Entonces el águila tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar su doloroso proceso de renovación, que durará 150 días.
Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad de volar. Después, al encontrar el lugar, el águila comienza a golpear con su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo. Después de arrancarlo, esperará el crecimiento de uno nuevo con el que desprenderá, una a una, sus uñas talones. Cuando los nuevos talones comienzan a nacer, comenzará a desplumar sus plumas viejas.
Después de cinco meses sale para el famoso vuelo de renovación que le dará 30 años más de vida.